martes, 4 de noviembre de 2014

Dedicatorias

A mis queridas Aurelias: mi tatarabuela, Aurelia Cabrera, mi bisabuela Aurelia Erro, y a mi abuela “Aurelita” Elcano, de quienes heredé su nombre, y (eso espero) al menos algo más.
A mis memoriosos tíos, los primos de papá: Chiche, Esmilda, Griselda, Amanda, Ofelia, Olga, Cata, Graciela, María del Carmen y Ernesto, a mi prima Ana por compartir mi locura, la de hacer "turismo genealógico" y por sumarse a lo que terminó siendo un viaje inolvidable entre varios pueblos, experiencia que seguramente repetiremos, a mis "primos" Anibal y Sergio, por responder a mis extensos interrogatorios con infinita paciencia, a Andrea y a Ricardo por su interés y sus aportes. 
A mí tío Juan Luis, que se acercó hasta Ranchos -pueblo de origen de su bisabuela Cabrera- para buscar información pero no llegó a cumplir su sueño de escribir sobre su vida, y a Esmilda, que comparte el mismo interés.
A mi tía abuela Mercedes, quien diciendo que no había nadie que pudiera estar interesado en “esas cosas viejas”, quemó cientos de fotos y documentos familiares de los Elcano Erro, y a Juanita, su hermana, quien intentó detenerla al grito: “Por Dios, Mercedes, ¡qué no eres la última!” El tiempo demostró cuál de las dos tenía razón…

Linzoain, pueblo de origen de los Elcano.

Linzoáin (Lintzoain en euskera y de forma oficial) es una localidad española y un concejo de la Comunidad Foral de Navarra perteneciente al municipio de Erro del cual es su capital. Se encuentra situada en la Merindad de Sangüesa, en la comarca de Auñamendi y a 52,5 km. de la capital de la comunidad, Pamplona. Su población en 2013 fue de 63 habitantes. La localidad de Linzoáin está situada en la margen derecha del río Erro. Limita al norte con el concejo de Redín, al este con el de Beortegui, al sur con Urroz y al oeste con el de Uroz todos ellos del municipio de Lizoáin-Arriasgoiti. 
Ubicación de la merindad de Sangüesa dentro de Navarra y de España



Actividad económica 
En los Valles Pirenaicos la economía gira en torno a la ganadería, aprovechamiento forestal y cultivo de un reducido terrazgo, en el que destaca la patata y los forrajes. La ganadería es bovina y ovina. La actividad agraria de las Cuencas es eminentemente cerealista, con cierta importancia del viñedo. 
                                                 

                                                    
Ubicación de la merindad de Sangûesa dentro de Navarra
Esparcimiento
senderismo, cicloturismo, golf, paintball, visitas Guiadas, piragüismo, rafting, tirolinas, y paseos a Caballo.

Linzoain. Foto subida a Panoramio por Carlos Sieiro del Nido

Parroquia San Saturnino de Linzoain


Foto subida a Panoramio por Eugenio Pérez 
La parroquia de San Saturnino es un edificio de origen medieval (siglo XIII) con modificaciones posteriores (siglo XVI), recientemente restaurado. Tiene nave única, cabecera de testero recto y tiene campanario de planta cuadrada sobre el tramo primero de la nave. Al exterior los contrafuertes señalan la articulación interna de su cubierta. La sacristía de planta rectangular se adosa a la cabecera por el lado del evangelio y pared con ella hay una capilla cuadrada abierta a la nave con arco de medio punto. El ingreso se encuentra en el lado de la epístola con puerta de arco de medio punto con arquivoltas lisas que apean en pilastras sin decoración. Sin embargo, el arco exterior o guardalluras y la cornisa que corona el paramento resaltado donde se localiza la portada, se ornamentan con pomas en relieve, de tradición románica. Un pórtico moderno de arcos sobre pilares pétreos protege la entrada y se prolonga hada los pies en una pequeña estancia destinada a capilla bautismal con acceso desde el interior. La nave central y cabecera -menos la zona del coro que coincide con la parte baja de la torre y se cubre con techumbre plana- recibe bóveda de cañón con fajones que apoyan en ménsulas en forma de jarrón propias del siglo XVI. La sacristía recibe bóveda de crucería simple con clave y la capilla lateral bóveda de crucería estrellada con claves. El retablo mayor, constituido por banco, cuerpo único coronamiento, en madera policromada, sigue los modelos romanistas de la primera mitad del siglo XVII. Procede del convento de Santo Domingo de Estella y otro similar, dedicado a la Virgen del Rosario, se encuentra en la iglesia de San Pedro de la Rúa de la misma ciudad. Lo más interesante son los relieves con que se decora el basamento -la Adoración de los Pastores- y el ático -Jesús entre los doctores de la Ley- de notable calidad firmal. En la capilla colateral del evangelio su retablo dedicado a la Inmaculada Concepción conserva -aunque repintada- la mazonería original de estilo churrigueresco (siglo XVIII) con tres calles con hornacinas para contener imágenes.

Fuentes:
http://www.casasruralesnavarra.com/
www.pueblosdenavarra.wordpress.com/las-merindades 

Wikipedia. 

Esáin, pueblo de origen de los Erro

Esain (Etsain en euskera y de forma oficial) es una localidad española y un concejo de la Comunidad Foral de Navarra perteneciente al municipio de Anué. Está situado en la Merindad de Pamplona, en la comarca de Ultzamaldea, y a 24 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Su población en 2013 fue de 36 habitantes. La localidad de Esáin está situada en la parte Sureste del municipio de Anué.. Su término concejil tiene una superficie de 7,6 km² y limita al norte con Adorraga; al este con Leránoz y Imbuluzqueta (Esteríbar); al sur con Sarasíbar (Esteríbar) y al oeste con Burutáin.


Ubicación de la merindad de Pamplona dentro de Navarra

Etzoain
Principales actividades del valle de Anué, municipio donde está ubicado el pueblo
 Unas pocas hectáreas de maíz forrajero, patata y hortalizas de consumo familiar componen el panorama agrícola de este valle, que es principalmente ganadero y forestal. Hay vacas frisonas, pardo alpinas, pirenaicas y cruzadas, dedicadas sobre todo a la producción de leche; ganado lanar lacho (en su mayoría oveja, porcino, gallinas y poco más. La ganadería lanar se hallaba en declive  y la caprina también, lo mismo que la porcina, aunque parece haberse recuperado; la bovina de granjería ha aumentado, en cambio

Iglesia San Juan Bautista.
En el exterior, la puerta de ingreso queda protegida por un pórtico macizo de sillarejo, de época medieval, que abre en una puerta gótica de triple arquivolta apuntada. El pórtico ha perdido su cubierta original de medio cañón. A este pórtico se adosa otro de madera sobre tres pilares de piedra cuya función es cobijar la portada gótica. La torre se alza sobre el tramo de los pies. En el sotocoro se encuentra una sencilla pila bautismal de piedra. El presbiterio se encuentra presidido por un conjunto de tres retablos de estilo rococó, de la segunda mitad del siglo XVIII. En la sacristía se custodia un pequeño altar manierista dedicado a Cristo Crucificado, de finales del siglo XVI, siendo de buena calidad la imagen. En el capítulo de orfebrería destacan algunas piezas: un cáliz bajo-renacentista de plata, de los primeros años del siglo XVII; otro cáliz y un juego de crismeras de estilo neoclásico de plata, del siglo XIX; un ostensorio barroco de plata del siglo XVIII dorada; y un relicario tipo ostensorio de San Juan Bautista, de plata, del siglo XIX.vv

Fuente:
http://www.lebrelblanco.com/anexos/atlas-Anuevalle-Pamplona.htm#Esain 

Árbol genealógico Elcano Erro

Referencias:
M: matrimonio.


Cuadro de elaboración propia.
Fuentes:
-Documentos publicados en www.familysearch.org
-Aporte de algunas de las nietas de Sebastián Elcano y de su hermano Juan Pedro. 

El pueblo de las "sierras bajas", Pichi Mahuida, y una historia unida a la de la familia Elcano Erro.

   
Vista panorámica, 1922, foto tomada por Juan Fernández Acevedo
   Cuando en 1890 el Pedro Bonacina, misionero salesiano, llegó por primera vez a las márgenes del Río Colorado, los pobladores de estas tierras "infestadas de pumas y tigres" eran, en su mayoría, aborígenes que vivían en la más absoluta pobreza, algunos vascos audaces, y una buena cantidad de bandoleros y de fugitivos que se habían escapado de las cárceles de Bahía Blanca o de Patagones .
«En aquellos tiempos  un viaje semejante (desde Buenos Aires a Río Negro) llamaba más la atención que  si se tratase de volver a Europa. Era internarse en el desierto, todavía regado por la sangre de las luchas entre indios y cristianos»
   En sus anotaciones el padre Pedro mencionó haber pasado en 1891 por «las barrancas de Pichi Mahuida»  tras las  huellas de un tigre que se había acercado demasiado a la choza de una familia rural. 
  En 1897 aproximadamente, Sebastián Elcano, joven hacendado hijo de inmigrantes vascos, y su esposa Aurelia Erro, adquirieron tierras ubicadas a ambos lados del Río Colorado (en el entonces distrito Adolfo Alsina y también en territorio pampeano). Destinaron las del lado pampeano a la cría de ganado ovino para la exportación de lana y de corderos. Del lado rionegrino instalaron una posada y un almacén de ramos generales. En tierras de su propiedad Sebastián levantó la primera capilla con sus propias manos (ya tenía experiencia en la construcción dado que, según una de las fuentes, en Bahía Blanca había trabajado a las órdenes del constructor José Joaquin Esandi) Siendo unos de los primeros habitantes de este pequeño poblado de reciente formación por donde pronto pasaría el ferrocarril, y habiendo cedido parte de sus tierras para la estación, se le propuso ponerle a esta su nombre, honor que él no aceptó, por lo que en vez de llamarse estación Elcano se decidió llamarla Pichi Mahuida, nombre con que el que ya era conocida la zona desde la época de Rosas y que en mapudungun o lengua mapuche significa "sierras bajas" o "montañas chicas"
Pichi Mahuida y localidades cercanas de Río Negro y la Pampa
   El 1 de junio de 1899 se realizó el viaje inaugural de la línea Bahía Blanca-Neuquén. Pese a los rumores de desbordes del río Negro que comenzaron a circular desde la tarde anterior, a la medianoche del 31 de mayo – madrugada del 1ero de junio partieron desde Bahía Blanca los tres trenes que provenían de la estación Constitución con el presidente Julio Roca y su comitiva compuesta por senadores, diputados y otras autoridades. Según relata William Rogind en su libro “Historia del ferrocarril del Sud”, al amanecer los trenes pasaron por la estación Pichi Mahuida “en medio de entusiastas aclamaciones”.  A partir de entonces el ferrocarril se convirtió en el medio de transporte más importante de pasajeros, materiales de construcción y  mercadería, tanto para abastecer a los habitantes de la zona como para llevar hacia el puerto de Bahía Blanca los fardos de lana (principal producto de la región) para su exportación. 


Pichi Mahuida. En blanco, la prov. de Río Negro. En color La Pampa


   Tras el fallecimiento de Sebastián Elcano, ocurrido en octubre de 1921, su viuda Aurelia Erro quedó a cargo del almacén de ramos generales y la posada, y el mayor de los varones, Sebastián Elcano hijo, a cargo del cuidado de los campos y de la cría del ganado.

   Hasta 1922 no hubo escuela en Pichi Mahuida. La enseñanza inicial era dictada en habitaciones destinadas para tal fin en las casas de las  familias que pudieran pagar una maestra o en su defecto alguna señorita que supiera leer y escribir. Una vez aceptado el proyecto para la apertura de una escuela, Aurelia Erro solicitó a las autoridades educativas que enviaran una maestra mujer, pero como ninguna aceptó este puesto fue que enviaron a Juan Fernández Acevedo, primer director y maestro de la escuela 136 de Pichi Mahuida, ubicada del lado pampeano del pueblo e inaugurada el 17 de Abril de 1922  Más adelante este hombre se convirtió también en el primer yerno de la viuda de Elcano, al casarse con una de sus hijas.
   Como la capilla que había sido construida por Sebastian Elcano había quedado destruida a raíz de la inundación de 1915, en 1925 el padre Angel Buodo, otro misionero salesiano, promovió la formación de un comité para la construcción de otro templo en Pichi Mahuida, que estuvo encabezado por Aurelia Erro y su cuñada María Elcano de Zubiri. Las socias activas eran Francisca Elcano de Ciapponi, Rosario G. de Gomez y Casilda Elcano de Ramirez. 



Frente de la capilla Virgen del Carmen de Pichi Mahuida
   En febrero de 1928 fue habilitada la nueva capilla, llamada Virgen del Carmen, quedando inicialmente bajo los cuidados de Casilda Elcano, una de las hijas de Juan Pedro Elcano.
   Durante la década del 30 el almacén de ramos generales y la fonda que fueron propiedad de Sebastián Elcano y luego de su viuda fue arrendado durante varios años a los dueños de la firma  "Gómez, Gómez y González", el único lugar de Pichi Mahuida donde se podía comprar prácticamente de todo, (lo que allí no se conseguía había que encargarlo por catálogo).
   Una vez casadas la mayoría de sus hijas Aurelia Erro y el resto de su familia se mudaron a Bahía Blanca (esto podría haber sido a fines de la década del 20 o comienzos de la del 30). Sebastián Elcano hijo continuó dedicándose a la cría de ganado en Pichi Mahuida y una parte de los descendientes de Juan Pedro Elcano se establecieron a unos 50 km, en Cuchillo Có. 
Familia Elcano Erro sobre el puente de Pichi Mahuida, década del 20
   En la actualidad se conserva la capilla, que permanece cerrada, la escuela 176 inaugurada en la década del 40 y reinaugurada en el 2011 en funcionamiento para sus cinco alumnos, varias casas deshabitadas, un puesto de Fumbapa (Fundación barrera Zoofitosanitaria Patagónica) y uno policial, el antiguo cementerio con medio centenar de tumbas en diferente estado de conservación, y sobre la vía tres vagones abandonados. La estación de ferrocarril se mantiene intacta, gracias al esfuerzo y los cuidados de Miguel Angel Roca, ferroviario jubilado. Una docena de habitantes del lado rionegrino, más una numerosa familia del lado pampeano, continúan resistiendo para que Pichi Mahuida no desaparezca. 
(Para más información sobre el pueblo, consultar la página de facebook "Pichi Mahuida, un pueblo que se niega a desaparecer"
Fuentes:
-"El ángel del Colorado" Raúl A. Entraigas
-“Historia del ferrocarril del Sud” William Rogind
-Diario de Juan Fernández Acevedo
-Album fotográfico de Juan Fernández Acevedo
-Testimonio de nietas de Sebastián Elcano y Aurelia Erro. 

Lo que el agua se llevó: la inundación de 1915 o Crezca Grande

Primera noticia sobre la Crezca grande publicada por La Nación, 1 de enero de 1915
   En enero de 1915 se produjo la inundación del valle del Río Colorado, también conocida como La crezca grande, causada por la rotura de un dique natural de la laguna Carri-Lauquen que se encuentra sobre el río Barrancas, uno de los ríos que forman el Colorado. El lago se vació casi por completo en una sola noche, por lo que el desborde fue vertiginoso y la corriente golpeó, arrolladora, con la fuerza de un tsunami.
   El trágico suceso que permaneció grabado en la memoria de los sobrevivientes y sus descendientes dejó un saldo de casi un centenar de víctimas fatales, algunos casos de tos convulsa, gran parte del ganado perecido, pueblos enteros destruidos, cosechas perdidas, vías férreas cortadas, postes telegráficos desplomados, y la edificación, especialmente la más endeble, desplomada  o deteriorada. La población sobreviviente permaneció aislada durante días sin alimentos ni más ropa que lo que llevaban puesto, a la intemperie o en toldos improvisados sobre cerros, techos de las estaciones, o en algunos casos en vagones vacíos, viéndose obligados a beber agua barrosa que colaban como podían con sábanas u otras prendas, hasta que pudieron llegar los primeros auxilios, ya que el servicio del ferrocarril había sido interrumpido en un tramo de 40 km y las aguas recién empezaron a bajar a partir del 6 de enero. Aunque la cantidad de personas fallecidas no fue publicada con exactitud se estimó que fueron alrededor de sesenta en la provincia de La Pampa y una veintena en territorio rionegrino (principalmente en colonia 25 de Mayo y en Colonia Catriel, que resultaron arrasadas)
   Recién diez días después del comienzo de la tragedia comenzaron a llegar las primeras remesas de socorro: carpas, borceguíes y prendas de vestir enviadas por el Ministerio de Guerra, y pan, azúcar, yerba y fideos llevados por el jefe de policía Pérez Coleman. (LN 11 de enero) La segunda  remesa, enviada por la gobernación y por la empresa FCS  llevó además fósforos, galletas, arroz, sal, (LN 12 enero) y en las siguientes se hicieron llegar botiquines de primeros auxilios, chalanas con remos, y bombas para desagotar los sótanos una vez que el agua bajara lo suficiente. Más adelante llegaron envíos de víveres y ropa recolectados por la asociación de Boy Scouts, ropa enviada por la comisión de damas Pro Patria y carne donada por hacendados de la región.
   El diario La Nación de aquella época destacó la actuación de la policía local, especialmente de su jefe el Sr. Pérez Colman que actuó sin descanso en auxilio de los pobladores, junto a refuerzos conformados por efectivos de la policía de la Pampa y la de Bahía Blanca. Otro de los mencionados fue el Sr. Coleman, superintendente de Ferrocarril del Sud, quien ni bien comenzó la inundación hizo colocar varios botes en un tren para conducir a los vecinos a lugares seguros. Luego de dejar dos botes en Río Colorado el tren fue detenido por las aguas a 15 km de allí y rodeado por las mismas. Coleman y sus acompañantes se vieron obligados a abandonar el tren y salvar sus vidas haciendo acampando varios días en una loma. (LN 21 enero) David Sánchez, juez de paz del departamento 13, fue otro de los que colaboraron en la salvación de vidas organizando campamentos y mandando construir balsas de palos de sauce logrando rescatar con dichas balsas o con caballos a unas 65 personas que se encontraban aisladas en los médanos en algunos casos “con el agua al pescuezo”.
   El día 17 el primer tren que logró llegar a Rio Colorado transportó al director de territorios Dr. Ruiz Moreno quien junto al gobernador Pedro Serrano y a un corresponsal de La Nación visitaron personalmente los campamentos. Algunos de los comentarios de este corresponsal, publicados durante los días siguientes, dan cuenta de la magnitud de lo ocurrido: “las calles estaban convertidas en un mar de agua mal oliente por la putrefacción de los animales muertos”, “ovejas muertas incrustadas en los alambrados (…) brindadas a la ferocidad del picoteo de las aves carnívoras” Las quintas, los pequeños viñedos, los jardines y las chacras habían sido aniquilados, el caserío “puesto patas para arriba”, “boyantes aves muertas, gatos extintos hinchados por el agua, bateas, ropas, muebles, etc” flotando en el agua de las calles, “la tierra parece resquebrajada en figuras geométricas de profundas hendiduras”. Como si la lógica falta de higiene de los refugiados de los campamentos le sorprendiera, también describió:“los niños se encontraban en un estado de mugre lamentable. Las ropas desgarradas, sucios, descalzos, despeinados”, “parecían trogloditas escapados de alguna cueva”
   El 23 de enero las comunicaciones telegráficas con Neuquén y el envío de correspondencia habían sido reestablecidos, y tres días después la empresa Ferrocarril del Sud comunicó que el ramal Bahía Blanca-Neuquén volvería a funcionar en su totalidad, aunque marchando en algunos tramos con suma precaución y solamente de día. Una vez que las aguas terminaron de bajar, la suciedad fue retirada y los sótanos y las viviendas que todavía estaban en pie fueron desagotados y limpiados, la vida de los afectados por la inundación fue volviendo lentamente a su normalidad, aunque muchas familias quedaron en la más absoluta miseria y el recuerdo de lo acontecido permaneció imborrable en su memoria.
   Aunque para la misma época otras provincias también sufrieron inundaciones (San Luis, Córdoba, Santa Fe), la comarca del Río Colorado fue, por lejos, la más castigada.


Situación en Pichi Mahuida durante la crezca grande

   En Pichi Mahuida la crecida se presentó el día 3 por la madrugada, arrastrando la comisaría y el juzgado de paz. Las aguas cubrieron el techo de la estación, derribaron los postes telegráficos y destruyeron la casa de comercio de Sebastián Elcano (llamado El Cano en el diario)
   El 6 de enero la dirección de riego envió a los ingenieros Pozzi y Schoo para que dirigieran los trabajos de auxilio entre Pichi Mahuida y Fortín Primero 
   Según lo publicado en el diario la Nación el 12 de enero, el personal de la empresa Ferrocarril del Sud que inspeccionaba la vía consiguió llegar a pie hasta la estación de Pichi Mahuida constatando que la vía estaba cortada y los terraplenes destruidos desde el km 885 al 887, con los puentes y alcantarillas también destruidos. La vía tenía aún mucha agua desde el km 892 hasta el 895, “habían desaparecido el telégrafo y los alambrados, los vagones habían sido arrastrados, los depósitos de encomiendas, el galpón de cargas y estanques, dos casillas, la vivienda del bombero, habían sido destruidas. Las puertas y ventanas habían sido arrancadas por la fuerza de la corriente que había depositado en las habitaciones hasta un metro de arena. Algunos comercios y casillas habían desaparecido, y la caldera bomba y algunos vagones estaban enterrados en la arena.” No encontraron víctimas fatales. La empresa confiaba en que en uno o dos días el tren podría volver a llegar hasta la estación.
   El 19 enero el secretario de la gobernación informó que entre las estaciones Pichi Mahuida y Río Colorado varios kilómetros de vía se encontraban totalmente destruidos, mientras que los puentes se encontraban intactos. En la estación de Pichi Mahuidael agua había alcanzado 3,6 metros y parte de los postes y alambrados se encontraban enterrados en el barro. Dicha estación, junto con lasdeRío Colorado y Fortín Uno, fueron las más afectadas por la inundación mientras que la de Juan de Garay no había sido invadida por el agua.
   El 23 enero la dirección del telégrafo nacional informó que una cuadrilla se encontraba trabajando entre las estaciones de Pichi Mahuida y Juan de Garay faltándole recorrer 11 km para encontrarse con la otra cuadrilla de Rio Colorado y hacer el empalme para reestablecer las comunicaciones.
El 25 enero: el ministerio de guerra remitió un envío de provisiones y carpas ya que “Pichi Mahuida se encuentra en el suelo, con su pobre caserío tumbado”

Fuentes:
-Diario la Nación, ejemplares de enero de 1915.
-Historia del Ferrocarril de Sud. William Rogind

Los misioneros salesianos y los Elcano Erro

El padre Angel Buodo
    El padre Ángel Buodo, sacerdote salesiano, comenzó a desplegar hace más de cien años una intensa actividad misionera que se extendió durante más de tres décadas en una zona de alrededor de 100.000 km. cuadrados y abarcó parte de las provincias de La Pampa, Bs. As. y Río Negro. Estos enormes trayectos eran recorridos sobre mulas, sulkys, trenes, y más adelante en un anticuado Ford, o en un camioncito “derrengado” Uno de los aspectos más importantes de su gestión fue la construcción de iglesias y capillas, llegando a colaborar con la construcción de más de una veintena de ellas, incluso con la de Pichi Mahuida.
Siempre que podía el padre Buodo se acercaba a Pichi Mahuida, pueblo que le era «particularmente caro al corazón» y donde había hecho buenos amigos, para bautizar, dar misa y evangelizar. En diciembre de 1915 menciona en sus anotaciones una breve visita que hizo a la familia Elcano, donde fue recibido “con la amabilidad de siempre”, le dieron pasto para las mulas, vino para el peón, y le fueron presentados los once hijos de Sebastián Elcano y Aurelia Erro.



   En 1925 el padre Angel Buodo mencionó en sus anotaciones que en varios pueblos en los que desarrollaba su tarea evangelizadora promovió la formación de pro-templos o “comités”, como el los llamaba, que eran comisiones de personas encargadas de organizar kermeses y bailes para recaudar fondos para la construcción de iglesias y capillas. Como la capilla que había sido construida por Sebastián Elcano había quedado destruida a raíz de la inundación de 1915, Buodo promovió la formación de un comité pro-templo en Pichi, que estaba encabezado por Aurelia Erro y su cuñada María Elcano de Zubirí. Las socias activas eran Francisca Elcano de Ciapponi, Rosario G. de Gómez y Casilda Elcano de Ramírez. En febrero de 1928: fue habilitada la nueva capilla, llamada Virgen del Carmen, quedando inicialmente bajo los cuidados de Casilda Elcano, una de las hijas de Juan Pedro Elcano.



Fuente: "El hornero de Dios" Raúl A. Entraigas


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